Había una vez una hormiguita muy trabajadora, todas las mañanas salía a trabajar y en busca de comida; al llegar a su casa comía una parte y lo que le sobraba lo almacenaba para el invierno.
Un día se encontró en el camino un escarabajo que le dijo –Hola hormiguita ¿qué haces?-
La hormiga le contestó muy contenta –recolectando comida para el invierno.-
El escarabajo le respondió -¡Qué flojera!, yo prefiero estar descansando, cantando y jugando todo el tiempo.-
La hormiguita le dijo –tu deberías hacer lo mismo que yo, porque cuando llegue el frío no tendrás que comer.-
El escarabajo no le hizo caso a la hormiguita y siguió jugando y cantando todo el tiempo.
Pasó el tiempo, llegó el invierno, empezó a caer la nieve u todos los animalitos fueron a refugiarse a sus casas.
La hormiguita encendió una fogata con la madera que había recolectado y después se puso a cantar y bailar, cuando de pronto alguien tocó en su puerta, era el escarabajo que le dijo –Hormiguita por favor dame algo de comer ¡tengo mucha hambre!-.
A lo que la hormiga respondió –No puedo darte nada porque la comida apenas alcanza para mí. Y además cuando te dije que recolectaras tu comida no me hiciste caso, preferiste descansar y jugar.-
El escarabajo se fue muy triste, con mucha hambre y pensó –cuando se quite la nieve trabajaré muy duro y recolectaré mucha comida para no volver a pasar hambre-.
Moraleja: Trabaja duro y ahorra para cuando vengan los tiempos de escasez.