Esta meditación de sanación familiar, es para limpiar con la llama violeta todos los canales energéticos entre el individuo y la familia (todo su árbol genealógico), así como los canales energéticos que salen de cada quien hacia los demás.
De acuerdo al principio de las constelaciones familiares, cada quien debe tomar el lugar que te corresponde en su familia y desde ahí, decidir lo que quiera para su vida.
Es importante no tomar las cosas personales y más bien aprender de cada situación, recuerda que no puedes cambiar a los demás, pero si puedes cambiarte a ti.
Una familia unida no es necesariamente la que vive en la misma casa, sino la que tiene paz y armonía. Si la familia sufre un divorcio o separación, los niños deben de saber que son amados por ambos padres y que las decisiones de separación son cosa de adultos, pero que los dos están para ellos. Y más allá de las palabras, los niños se deben de sentir seguros y amados en todo momento.